La ultracavitación es un efectivo tratamiento reductor para adiposidad localizada difícil de erradicar con dietas y ejercicios.

Básicamente los equipos de ultracavitación emplean energía de ultrasonidos para provocar la rotura de las células grasas (lisis celular) y así conseguir que liberen su contenido al espacio intersticial, el que luego es eliminado por el propio organismo mediante heces y orina.

Recomendaciones a la hora de aplicar un ultracavitador

  • Evaluar bien a la paciente antes de comenzar las sesiones. Es importante que ante sospecha de hipercolesterolemia o condiciones hepáticas subyacentes, se efectúe una interconsulta médica.
  • Llevar un registro fotográfico de la zona a tratar, medir la circunferencia y el peso de la paciente en cada visita para cotejar los resultados al finalizar el tratamiento.
  • Aplicar una buena cantidad de gel neutro entre el cabezal y la piel, para evitar que la onda de ultrasonido se pierda en el aire.
  • El cabezal siempre tiene que estar en contacto con el tejido.
  • El panículo adiposo a tratar con ultracavitacion tiene que ser de más de 3 a 4 cm.
  • Al momento de aplicar el cavitador, se debe tomar el cabezal con una mano y con la otra comprimir el pliegue adiposo sobre este.
  • El cabezal no puede permanecer en un lugar por mucho tiempo y la velocidad del movimiento no puede ser más de 1cm por segundo.
  • Terminar la sesión con drenaje linfático manual o presoterapia para poder ayudar a la eliminación de la grasa liberada en el  torrente sanguíneo.
  • El paciente debe beber agua media hora antes  e inmediatamente después de terminar su sesión. También debe hacer actividad física apenas sale del gabinete.
  • El individuo debe llevar una alimentación reducida en grasas.
  • Hacer una sesión de mantenimiento mensual posteriores,  para asegurar los resultados.
  • Combinar el tratamiento con sesiones de radiofrecuencia para tonificar el tejido y evitar la aparición de flacidez.